La nueva Ley N° 27.742 y el Decreto N° 847/24 dispuesta por la AFIP traen un cambio crucial para los trabajadores independientes en Argentina, permitiendo una colaboración regulada sin perder autonomía.
¿Los trabajadores independientes ahora pueden formar equipos propios pero sin tener una relación de dependencia? Si!
Esta normativa fomenta la creación de redes productivas y permite que un trabajador independiente cuente con hasta tres colaboradores, sin generar una relación de dependencia laboral. Además, simplifica las obligaciones fiscales y de seguridad social, ofreciendo flexibilidad y protección para todos los involucrados.
Beneficios clave de esta disposición
El nuevo régimen no solo promueve el trabajo colaborativo, sino que también protege los derechos de los trabajadores independientes. Todos los involucrados deben estar registrados en el Régimen General de Impuestos y Seguridad Social, garantizando un entorno formal y seguro para la operación.
Cómo funciona la colaboración
El régimen especial unificado establece la independencia entre las partes. Los colaboradores pueden realizar otras actividades y contratos con terceros, y tanto ellos como el trabajador principal pueden rescindir el vínculo en cualquier momento. La ley también incluye un sistema de cobertura de accidentes personales para garantizar la seguridad de los trabajadores involucrados.
Prevención del fraude laboral
Una de las principales motivaciones de la ley es evitar el fraude y garantizar que las empresas no eludan sus obligaciones laborales. El fraccionamiento de establecimientos para obtener beneficios está prohibido y se aseguran de que no se escondan relaciones laborales encubiertas bajo este régimen.
Conclusión
La Ley N° 27.742 marca un antes y un después en la regulación del trabajo independiente en Argentina. Al fomentar redes colaborativas sin dependencia y con un marco legal claro, se abren nuevas oportunidades para emprendimientos que operan con otras dinámicas diferentes a las convencionales.
Para el mundo de las startups, esto puede ser un impulso para formalizar colaboraciones que se dan de manera genuina en la práctica pero que no estaban formalizadas en términos legales. Si bien la normativa es reciente, seguiremos de cerca su evolución a ver cómo impacta en las relaciones vigentes y en la creación de nuevas compañías.
