Las situaciones a las que podemos enfrentarnos para realizar una valuación pueden ser muchas:
Superamos el MVP y logramos product market-fit con una cartera de clientes, generando revenue.
Empezamos a escalar y estamos en plena etapa de crecimiento.
O tal vez, dejamos de crecer y necesitamos darle un nuevo giro al modelo de negocio.
Cualquiera sea la circunstancia, en algún momento de la vida de la startup, y siendo un proceso decisorio continuo, nos vamos a encontrar frente a diversos escenarios: ya sea de expandirnos geográficamente, cambiar el modelo de ingresos y de nuestro target de customer, o de introducirnos en nuevos mercados donde es necesario salir a buscar inversores. También puede presentarse la oportunidad de embarcar hacia otros caminos, o que alguno o todos los founders decidan vender su participación.
O tal vez, simplemente queramos entender en algún punto cuánto vale mi startup.
¿Qué influye en la valuación?
La valuación de una startup es un proceso de cálculo y negociación, en el que no solo hay que mirar la performance del negocio de los últimos años, sino también hay que entender qué está pasando en la industria, en la economía en general y con otras startups que puedan ser comparables con mi negocio.
Todos estos factores influyen en mayor o menor medida a la hora de poner en números cuánto vale mi negocio.
¿Cómo estimar la valuación de mi startups?
Si bien cada caso es particular, y siempre hay que considerar el contexto, te compartimos algunos consejos y tips de utilidad al momento de empezar a estimar el valor de tu startup que te ayudarán a realizar una mejor negociación.
Haz tu cálculo: ya sea con tu equipo de finanzas, o con un tercero experto en valoraciones. Llegar a una valoración justa para ambas partes debería partir de una negociación con fundamentos en los números que vamos a estar defendiendo como valor. Para ello, asegúrate de conocer a fondo las finanzas de la startup y métricas clave (ingresos, métricas clave de crecimiento, flujo de efectivo, EBITDA).
Compara con el mercado: investigar las valuaciones de empresas similares en tu industria y ubicación geográfica, te dará una idea de cómo se está negociando y podrás tener parámetros de lo que podría ser considerado “razonable” en función al ciclo de vida, industria y mercados en los que operas. Es importante acompañar este análisis con las tendencias y crecimientos esperados de la industria.
Prepara argumentos sólidos para justificar tu valuación: acompaña el valor con argumentos que destaquen credentials, background del equipo, perspectivas, plan de crecimiento y por qué crees que tu startup merece la valuación que estás buscando. Debes ser capaz de articular de manera clara y convincente por qué tu empresa vale lo que dices.
Escucha a los inversores: escuchar las preocupaciones y opiniones de los inversores es fundamental. Puede que necesites ser flexible en tu enfoque y estar dispuesto a negociar. Trata de entender sus perspectivas y objetivos.
No te precipites: no te sientas presionado para cerrar un trato rápidamente. A veces, es mejor esperar por una oferta que esté alineada con tus expectativas y necesidades. No cedas ante la presión para cerrar pronto si no te sientes cómodo con los términos.
Considera asesoramiento profesional: en etapas avanzadas, puede ser beneficioso contar con la asesoría de expertos en valoración, abogados o consultores financieros. Ellos pueden ayudarte a navegar por el proceso y asegurarse de que obtengas la mejor valuación posible.
En definitiva, la valuación de una startup es un arte y un proceso de negociación. Es totalmente normal y habitual que ambas partes tengan diferentes perspectivas y posiciones. Por ello es fundamental mantener una comunicación abierta en búsqueda de un acuerdo que sea justo y beneficioso para ambas partes.
Puedes encontrar más información sobre este tema en esta nota.
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