En el trayecto de emprender, es común asumir que el entusiasmo, la confianza y una visión compartida entre cofundadores serán suficientes para sortear cualquier obstáculo. Sin embargo, muchas startups fracasan no por falta de producto o mercado, sino por conflictos internos que podrían haberse prevenido con conversaciones estratégicas a tiempo.
Uno de los aspectos más críticos en la construcción de una empresa es definir desde el inicio las reglas del juego entre los cofundadores. Estas conversaciones, aunque incómodas, son esenciales para evitar fricciones futuras y sentar las bases de un crecimiento sostenible.
El mejor momento para hablar es cuando todo va bien
Las startups suelen postergar estos diálogos hasta que surgen problemas. Sin embargo, el momento ideal para establecer acuerdos entre cofundadores es cuando las relaciones están en su mejor estado. ¿Por qué?
✔ La confianza facilita el diálogo: Cuando existe una relación positiva, es más sencillo alinear expectativas y alcanzar consensos.
✔ Prevención antes de la crisis: Definir acuerdos en un momento de calma permite tomar decisiones objetivas, sin la presión emocional de un conflicto.
✔ Visión a largo plazo: Un equipo fundador alineado en temas clave como roles, equidad y gobernanza tiene mayores probabilidades de construir una empresa escalable.
Elementos clave de un co-founder agreement
Un acuerdo entre cofundadores no se trata solo de repartir acciones, sino de establecer un marco claro para la toma de decisiones y la gestión de situaciones críticas. Algunos de los puntos esenciales incluyen:
1. Distribución de roles y responsabilidades
Definir desde el inicio quién liderará qué área reduce fricciones futuras. Aunque los roles pueden evolucionar, es importante establecer responsabilidades claras.
2. Equidad y participación
¿Cuál será la distribución de acciones entre los cofundadores? Factores como contribuciones iniciales, experiencia y compromiso deben ser considerados. El uso de mecanismos como el vesting puede ayudar a proteger la estabilidad del equipo a largo plazo.
3. Toma de decisiones
Especificar qué decisiones requerirán unanimidad y cuáles podrán tomarse por mayoría evita bloqueos futuros en la gestión de la startup.
4. Resolución de conflictos
Cuando surjan desacuerdos, es clave contar con un método predefinido para resolverlos, ya sea mediante mediación, arbitraje o intervención de un consejo asesor.
5. Salidas y transiciones
Es fundamental prever qué ocurre si un cofundador decide salir de la empresa. Establecer cláusulas de permanencia, restricciones sobre la venta de participaciones y derechos de compra por parte del equipo fundador protege la estabilidad del negocio.
6. Finanzas y recursos
Definir desde el inicio cómo se manejarán las inversiones iniciales, los reembolsos y los gastos operativos evita conflictos financieros innecesarios.
7. Valores y rultura
Más allá de lo operativo, los fundadores deben alinear sus expectativas sobre la cultura organizacional. La cultura es más determinante que cualquier estrategia o plan de negocios, y establecer sus principios desde el inicio es clave para el éxito a largo plazo.
Herramientas para facilitar estas conversaciones
Existen múltiples recursos que pueden ayudar a estructurar estos acuerdos de manera eficiente:
- Plantillas legales: Existen modelos accesibles de acuerdos de cofundadores que pueden servir como base, aunque siempre es recomendable validarlos con un asesor legal.
- Mediadores externos: Contar con la guía de un tercero neutral puede hacer que las conversaciones sean más objetivas y productivas.
- Tecnologías de gestión de acuerdos: Herramientas como Capbase, Clerky o FounderSuite facilitan la documentación y formalización de estos acuerdos.
Un futuro sólido comienza Hoy
Si bien abordar estos temas puede resultar incómodo, las startups más exitosas no solo celebran sus logros, sino que se preparan para enfrentar desafíos aún no previstos.
El resultado de estas conversaciones no es solo un documento firmado, sino la tranquilidad de saber que la empresa está construida sobre bases sólidas. Porque en el camino emprendedor, lo que realmente marca la diferencia no es solo el producto o el mercado, sino la capacidad del equipo fundador para mantenerse unido y alineado en cualquier circunstancia.
