El proceso de due diligence es un paso crucial en cualquier transacción corporativa, ya sea una ronda de financiamiento, la venta de una empresa, o la entrada de un socio estratégico. Este análisis permite a las partes involucradas evaluar el estado financiero, legal y operativo del negocio para tomar decisiones informadas y mitigar riesgos. Si eres un founder o CEO, debes prepararte para demostrar que tu compañía está lista para un escrutinio detallado. En esta nota, repasamos los must-haves esenciales para ejecutar un proceso de due diligence de manera eficiente.
1. Organización y Acceso a la Información
La clave de cualquier due diligence exitoso es la preparación y organización de la información. Deberás garantizar:
- Un Data Room Digital: Una plataforma en la nube (Google Drive, Box, DocSend, o plataformas especializadas como Intralinks) que centralice los documentos relevantes.
- Archivos clasificados: Divide los archivos por categorías como finanzas, legal, operaciones, recursos humanos, tecnología e impuestos.
- Documentos actualizados: Asegúrate de que todo esté en su última versión y refleje el estado actual del negocio.
2. Documentación Financiera Clara y Precisa
La claridad y la transparencia financiera son un requisito crítico:
- Estados financieros históricos: Balance general, estado de resultados y flujo de caja de los últimos tres años (o menos si la empresa es más reciente).
- Proyecciones financieras: Proyecciones a 3-5 años respaldadas por supuestos sólidos.
- Registro contable completo: Demuestra un manejo preciso de tus finanzas y políticas contables coherentes.
- Deudas y pasivos: Detalla préstamos, créditos, convenios de pago y obligaciones a futuro.
3. Cumplimiento Legal y Contractual
Uno de los objetivos principales del due diligence es evaluar riesgos legales. Prepara:
- Documentos de incorporación: Acta constitutiva, estatutos sociales y registro ante autoridades.
- Cap Table: Lista clara y actualizada de los accionistas.
- Contratos relevantes: Clientes clave, proveedores estratégicos, empleados, alquileres, licencias tecnológicas y cualquier otra relación significativa.
- Propiedad Intelectual: Patentes, derechos de autor, registros de marca y acuerdos de confidencialidad.
- Historial de litigios: Detalle cualquier conflicto legal pasado, presente o potencial.
4. Equipo y Recursos Humanos
Las personas son uno de los activos más importantes de tu compañía. Los inversores y compradores querrán asegurarse de que cuentas con un equipo sólido y que sigues buenas prácticas laborales:
- Organigrama: Representación clara de la estructura de tu equipo.
- Contratos de empleados: Información sobre las políticas de empleo y los acuerdos firmados.
- Políticas de compensación: Incluye salario, beneficios y equity otorgado bajo planes de stock options.
- Cumplimiento laboral: Demuestra que estás alineado con las leyes laborales de tu país.
5. Revisión de Operaciones y Producto
El estado y potencial de tus operaciones y producto son críticos para establecer el valor de tu empresa:
- Roadmap de producto: Demuestra hacia dónde se dirige la compañía y su visión futura.
- KPI clave: Métricas como CAC, LTV, MRR, tasa de retención y churn son indispensables para empresas tecnológicas o basadas en SaaS.
- Infraestructura operativa: Muestra la fortaleza de tus procesos operativos y la calidad del servicio que brindas.
6. Riesgos y Políticas de Mitigación
Es fundamental identificar posibles riesgos y demostrar cómo tu empresa los maneja:
- Análisis de riesgos: Incluye identificaciones estratégicas, de mercado y financieras.
- Seguro y cobertura: Detalla los seguros relevantes (responsabilidad civil, ciberseguridad, etc.).
- Cumplimiento normativo: Muestra adherencia a estándares del sector y regulaciones locales.
7. Comunicación y Equipo Interno de Due Diligence
Designa un equipo interno responsable de liderar el proceso de due diligence y de atender cualquier pregunta. Asegúrate de:
- Puntos de contacto claros: Define quiénes serán los responsables por cada área (finanzas, legal, operaciones, etc.).
- Cronograma predefinido: Establece plazos realistas para completar el proceso.
- Capacidad de respuesta: Contesta preguntas y solicitudes de los auditores o inversionistas de manera rápida y precisa.
El éxito de un proceso de due diligence radica en la organización, transparencia y colaboración. Un proceso fluido no solo mejora la confianza de los potenciales socios o compradores, sino que también posiciona a tu compañía como un negocio profesional y preparado. Recuerda que cada documento representa una oportunidad para mostrar el potencial de tu empresa.
Sabemos que no es un proceso fácil y que hay muchísimas variables que intervienen, por eso siempre suma buscar aliados que ayuden a identificar posibles ajustes o acciones que permitan mitigar los riesgos en cada área¿Estás listo para el due diligence? Mantén esta guía como referencia para superar este proceso con confianza y minimizar cualquier contratiempo.